Un hombre de Dios al servicio de los hombres

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Pedimos Misericordia


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Grupos de Oración y devotos de San Pio de Pietrelcina
Hispanoamérica

Oramos sin fronteras a pedido del Santo Padre – 14 de Mayo

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo., Amén.

1 Invocación

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.

Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.

Por Cristo nuestro Señor.
Amén.


2. Salmo 91

Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».
El te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
 te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
 No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
 ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
su brazo es escudo y coraza.
Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo
 Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
 caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes.
«El se entregó a mí,
por eso, yo lo glorificaré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
 me invocará, y yo le responderé.
Estará con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré;
le haré gozar de una larga vida
y le haré ver mi salvación».


3. Nos enseña Santa Faustina Kowalska:

Jesús ama a las almas escondidas. Una flor escondida es la que más perfume tiene dentro de sí.
Busco un retiro para el Corazón de Jesús en mi propio interior. En los momentos difíciles y dolorosos
Te entono, oh Creador, un himno de la confianza, porque el abismo de mi confianza hacia Ti, hacia Tu misericordia, es inconmensurable.

+Gracias Señor por este valioso tiempo que , cual  retiro, nos permite orar y meditar más …


4. Oración 

Amado Señor, Dios de Misericordia, imploramos hoy, junto al Papa Francisco, el fin de la pandemia que azota al mundo. Con palabras de Santa Faustina te decimos:

¡Oh tesoro inagotable de la pureza de la intención que haces perfectas y tan
agradables a Dios todas nuestras acciones!
Oh Jesús, Tú sabes que débil soy, por eso quédate siempre conmigo, guía mis
acciones, todo mi ser. Tú, mi mejor Maestro. De verdad, oh Jesús, me invade el
miedo cuando veo mi miseria, pero a la vez me tranquilizo viendo Tu misericordia insondable que es más grande que mi miseria desde toda una eternidad. Y esta disposición de ánimo me reviste de Tu poder.
Oh gozo que se deriva del conocimiento de mi misma, Oh verdad inmutable. Eterna es Tu firmeza.

5. Santo Rosario


Pèsame (Todos juntos)

Primer Misterio:  El bautismo de Jesús

“Cuando todo el pueblo estuvo bautizado y mientras Jesús, habiendo recibido también él el bautismo, estaba en oración, el cielo se abrió y descendió sobre él el Espíritu Santo con apariencia corpórea, como una paloma, y se oyó una voz venida del cielo:”Tú eres mi hijo predilecto, en ti me he complacido”.” (Lc. 3, 21-22)

El amor puro es capaz de grandes empresas y no lo destruyen ni las dificultades ni las contrariedades, si el amor [es] fuerte [a pesar] de grandes dificultades, también es perseverante en la vida cotidiana, gris, monótona. Sabe que para agradar a Dios, una cosa es necesaria, es decir hacer las cosas mas pequeñas con gran amor, amor y siempre amor.
El amor puro no se equivoca, tiene singularmente mucha luz y no hará nada que no agrade a Dios. Es ingenioso en hacer lo que es más agradable a Dios y no hay nadie que lo iguale; es feliz cuando puede anonadarse y arder como un sacrificio puro.
Cuanto más se entrega, tanto mas es feliz. Además, nadie sabe presentir los peligros desde tan lejos como él; sabe quitar la máscara y sabe con quién trata.

Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria

 Segundo Misterio: Jesús en la bodas de Cana

“… Hubo un casamiento en Cana de Galilea y allí estaba la madre de Jesús. También fue invitado a  la boda Jesús con sus discípulos. En medio del festejo se acabó el vino. La Madre de Jesús le dijo:” No tienen más vino”. Y Jesús respondió:” ¿Qué tengo que hacer contigo, oh Mujer? Todavía no ha llegado mi hora.” La madre le dijo entonces a los siervos:” ¡Haced lo que El os diga!”… Así Jesús dio comienzo a sus milagros en Cana de Galilea, manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él”. (Jn 2, 1- 5, 11)

Jesús, Verdad Eterna, Vida nuestra, Te suplico e imploro Tu misericordia para
los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, Fuente de Misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores. Oh Jesús, recuerda Tu amarga Pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan Preciosa, Santísima Sangre Tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de Tu Sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores. 

Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria
 
Tercer Misterio:   El anuncio del reino de Dios

“Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea predicando el Evangelio de Dios y decía:”El tiempo está cumplido y el reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio”.” (Mc. 1, 14-15)

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confié en la Pasión del Señor y que ponga su esperanza en su misericordia. Dios no le negara su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotara la misericordia de Dios. ¡Oh, que alegría arde en mi corazón, cuando contemplo Tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a Tus pies para que glorifiquen Tu misericordia por los siglos de los siglos.

Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria


 Cuarto Misterio:.La transfiguración de Jesús

“… Jesús llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y subió a la montaña a orar. Y, mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y su ropa se volvió blanquísima y brillante. Y he aquí que dos hombres hablaban con él: eran Moisés y Elías…Mientras éstos se separaban de él, Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, es hermoso estar aquí. Hagamos tres tiendas, una para ti, una para Moisés y una para Elías.” Mientras hablaba así, vino una nube y  los envolvió… y de la nube salió una voz que decía: “Este es mi Hijo, el elegido; escuchadlo”.”(Lc. 9, 29-30, 34-35)

A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla. En cualquier condición en que se encuentre un alma, debe orar. Tiene que rezar el alma pura y bella, porque de lo contrario perdería su belleza; tiene que
implorar el alma que tiende a la pureza, porque de lo contrario no la alcanzaría; tiene que suplicar el alma recién convertida, porque de lo contrario caería nuevamente; tiene que orar el alma pecadora, sumergida en los pecados, para poder levantarse. Y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración.


Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria

Quinto Misterio: Jesús instituye la Eucaristía

“Mientras comían tomó el pan y una vez pronunciada la bendición, lo partió y se lo dio a ellos diciéndoles: “Tomad, este es mi cuerpo”. Luego tomó el cáliz y dando gracias, se lo dio a ellos y todos bebieron. Y dijo: “Esta en mi sangre, la sangre de la alianza, derramada por muchos”. (Mc. 14, 22-25)

Oh ¿Quién comprenderá Tu amor y Tu misericordia insondable hacia nosotros?
Oh prisionero del amor, encierro mi pobre corazón en este tabernáculo para
adorarte sin cesar día y noche. No se de ninguna objeción a esta adoración, y
aunque estoy físicamente lejos de Ti, mi corazón esta siempre Contigo. Nada
puede impedir mi amor hacia Ti. No existe ningún obstáculo para mí. Oh Jesús Te consolare por todas las ingratitudes, por las blasfemias, por la tibieza, por el odio de los impíos, por los sacrilegios. Oh Jesús, deseo arder como victima pura y anonadada delante del trono de Tu escondite. Te ruego incesantemente por los pecadores agonizantes.

Padrenuestro, 10 Ave María y Gloria


Por la intención del Santo Padre Francisco para este mes:

Padre nuestro, 3 Ave María y Gloria

6. Letanías a la Misericordia divina

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.

Jesucristo, óyenos: Jesucristo escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

*Repetimos  En Vos Confío

Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido el mundo.*
Jesús, Rey de Misericordia, por quien todas las cosas fueron creadas.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos revelasteis el misterio de La Santísima Trinidad.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos manifestasteis la Omnipotencia de Dios.*
Jesús, Rey de Misericordia, que te manifiestas en la creación de los espíritus celestiales.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos formasteis de la nada.*
Jesús, Rey de Misericordia, que abrazas todo el universo.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos das la vida eterna.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges del castigo merecido.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes la justificación en el verbo encarnado.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes misericordia por Tus Santas llagas.*
Jesús, Rey de Misericordia, que brota de Tu Santísimo Corazón.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos distes a la Santísima Virgen como Madre de Misericordia.*
Jesús, Rey de Misericordia, por la cual has sufrido Tu encarnación, Pasión y Muerte.*
Jesús, Rey de Misericordia, por medio de la cual ayudas a todos, en todas partes y siempre.*
Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos has prevenido con Tus Gracias.*
 Jesús, Rey de Misericordia, la que nos has manifestado revelándonos los Misterios Divinos.*
Jesús, Rey de Misericordia, la que manifestastes instituyendo Tu Santa Iglesia.*
Jesús, Rey de Misericordia, que habiendo instituido los Santos Sacramentos, nos abristes los torrentes de Tus Gracias.*
Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con los Santos Sacramentos del Bautismo y de la Penitencia.*
Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con la Santísima Eucaristía y el Sacerdocio.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos has llamado a Nuestra Santa Fe.*
Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas por la conversión de los pecadores.*
Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas iluminando a los fieles.*
Jesús, Rey de Misericordia, que la revelas por la santificación de los justos.*
Jesús, Rey de Misericordia, que llevas a los santos a la cumbre de la santidad.*
Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tus Santas llagas.*
Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tu Santísimo Corazón.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres consuelo de los enfermos y afligidos.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres el único consuelo de los corazones afligidos.*
Jesús, Rey de Misericordia, que das esperanzas a las almas que se hallan en desesperación.*
Jesús, Rey de Misericordia, que acompañas a todos los hombres siempre y en todas partes.*
Jesús, Rey de Misericordia, que nos colmas con el torrente de Tus Gracias.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres el refugio de los moribundos.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres el consuelo de las almas del purgatorio.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres la Corona de todos los Santos.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres el gozo celestial de los que se salvan.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres la fuente inagotable de los milagros.*
Jesús, Rey de Misericordia, que eres la salvación del mundo entero.*

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.

Las Misericordias de Dios, son más grandes que todas sus obras.
Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.


6. Oración a san Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén." 


7. ORACION FINAL

Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.
Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerrare en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor mío, repose dentro de mí.
Tú Mismo me mandas ejercitar los tres grados de la misericordia. El primero: la obra de misericordia, de cualquier tipo que sea. El segundo: la palabra de misericordia; si no puedo llevar a cabo una obra de misericordia, ayudaré con mis palabras. El tercero: la oración. Si no puedo mostrar misericordia por medio de obras o palabras, siempre puedo mostrarla por medio de la oración. Mi oración llega hasta donde físicamente no puedo llegar.

SALVE 

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María
Ruega por nosotros santa Madre de Dios para que seamos
Dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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