Un hombre de Dios al servicio de los hombres

Un hombre de Dios al servicio de los hombres

Mayo: días 12 al 18.


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12. Trae a tu memoria lo que sucedía en el corazón de nuestra Madre del cielo al pie de la cruz. Es tan intenso su dolor que permanece impertérrita ante su Hijo crucificado, pero no puedes decir que haya sido abandonada. Al contrario, ¿cuándo la amó más y mejor que cuando sufría y ni siquiera le era posible llorar?

13. No te alejes del altar sin derramar lágrimas de dolor y de amor por Jesús, crucificado por tu eterna salvación. La Virgen Dolorosa te acompañará y te servirá de dulce inspiración.
 
14. Hijo, tú no sabes qué produce la obediencia. Mira: por un sí, por un solo sí, fiat secundum verbum tuum, por hacer la voluntad de Dios, María llega a ser Madre del Altísimo, confesándose su esclava, pero conservando la virginidad que tan grata era a Dios y a ella.
Por aquel sí pronunciado por María Santísima, el mundo obtuvo la salvación, la humanidad fue redimida. Hagamos también nosotros siempre la voluntad de Dios y digamos también siempre sí al Señor.
 
15. Correspondamos también nosotros, que hemos sido regenerados en el santo bautismo, a la gracia de nuestra vocación a imitación de la Inmaculada, Madre nuestra. Apliquémonos incesantemente al estudio de Dios para conocerlo, servirlo y amarlo cada vez mejor.

16. Madre mía, infunde en mí aquel amor que ardía en tu corazón por él; en mí, que, cubierto de miserias, admiro en ti el misterio de tu inmaculada concepción y que ardientemente deseo que, por ese misterio, purifiques mi corazón para amar a mi Dios y a tu Dios, mi mente para elevarme hasta él  y contemplarlo, adorarlo y servirlo en espíritu y verdad, el cuerpo para que sea su tabernáculo menos indigno de poseerlo cuando se digne venir a mí en la santa comunión.

17. Padre, hoy es la Dolorosa. Dígame una palabra. Respuesta: La Virgen Dolorosa nos quiere bien, nos ha dado a luz en el dolor y en el amor. No se aparte jamás de tu mente la Dolorosa y sus dolores queden grabados en tu corazón; y lo encienda de amor a ella y a su Hijo.

18. El alma bienaventurada de María, como paloma a la que se libera de los lazos, se separó de su santo cuerpo y voló al seno de su Amado.
(Tomado de BUONA GIORNATA de Padre Pio da Pietrelcina)
Traducción del italiano: Elías Cabodevilla Garde

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